A diario vivimos todo tipo de Experiencias de Usuario, y no únicamente digitales sino también analógicas. Lo que ya se conoce como UX (User Experience) es prácticamente el punto de partida con el que se ha creado cualquier producto o servicio con el que interactuamos, bien sea al utilizar nuestro teléfono móvil o a la hora de cruzar la calle por una cebra. Todo son Experiencias de Usuario que se han pensado fruto de un proceso de diseño.
A partir de 1990 empezamos a oír conceptos como el de usabilidad, diseño de interacción y arquitectura de información, desde metodologías de diseño implementadas por personajes archiconocidos en la industria web actual como Jakob Nielsen, Alan Cooper y Steve Krug. Sin embargo, el proceso de diseño centrado en el usuario data desde hace siglos, herramientas prehistóricas ergonómicas avalan esta teoría ¡incluso hay ejemplos de UX en la naturaleza!. Analizando el UX de una banana podemos decir que es la fruta más fácil de comer, en comparación al tiempo y esfuerzo que nos lleva, por ejemplo, consumir una naranja. No necesita ser lavada, no se necesitan cubiertos para pelarla ni nos ensuciamos al consumirla.
Por otro lado, encontramos el diseño UI, que se refiere al “diseño de Interfaz de Usuario”. Ambos conceptos son esenciales para el desarrollo de un producto y están estrechamente relacionados, sin embargo, a pesar de tener un vínculo tan cercano, son bastante diferentes por las funciones de cada disciplina, y abarcan aspectos muy distintos en el proceso de desarrollo de productos y de la disciplina del diseño web.
El diseño UX hace referencia a lo que experimenta el usuario antes, durante y después de entrar en contacto con una página web. Aunque esta experiencia no depende solamente del diseño, sino que implica lo que representa una marca y lo que hace sentir a sus usuarios. Para lograr entender que se necesita para desarrollar el producto, es necesario seguir un proceso de diseño que abarca los siguientes pasos:
El UX consiste en lo que una persona piensa, siente o percibe al momento de interactuar con un producto o servicio. Dicha experiencia se mide de acuerdo a factores como la utilidad o la usabilidad, siendo determinantes para el nivel de satisfacción de los usuarios. Es importante saber si la experiencia que tuvo el usuario con un producto o servicio fue intuitiva, cercana, torpe o confusa y también si navegar por la app o página web fue una experiencia complicada, lógica o arbitraria. Este análisis se logra entendiendo los tres pilares del diseño UX:
La interfaz de usuario o UI es el conjunto de elementos de la pantalla que permiten al usuario interactuar con una página web. Uno de los expertos a nivel mundial en UI es Jakob Nielsen, quien ha desarrollado una serie de mejoras en cuanto a usabilidad e interfaz en la web. Según Nielsen, los elementos más importantes de una UI son los siguientes:
La UX es lo que queremos que nuestro usuario sienta al entrar en nuestra web, mientras que la UI es lo que nosotros realizamos y ponemos en la pantalla para que el usuario consiga sentirlo. Ambas cosas son complementarias: no conseguiremos tener una buena experiencia de usuario sin un buen diseño de interfaz, y a su vez la mejora de la interfaz por sí sola no hará que la experiencia de usuario sea mejor. Por lo tanto, UX y UI deben ir de la mano para lograr el 100% del objetivo.